jueves, 24 de julio de 2008

LA HISTORIETA EN VERANO.

XXIX CURSOS DE VERANO DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ EN SAN ROQUE.

LA HISTORIETA TRANSFORMADA.

Coordinador del seminario: Carlos Pacheco. Historietista.

Lugar: Palacio de los Gobernadores. (Plaza de la Iglesia s/n). Entrada
por C/Rubín de Celis.

JORNADA PRIMERA. Jueves, 24 de julio de 2008.

He llegado tarde y me he perdido la presentación, pero nunca es tarde si la dicha es buena y hay que hacer valer este refrán en este caso. La primera ponencia es del propio Carlos y bajo el título de Viñetas escondidas nos ofrece un recorrido por la obra de cinco cineastas que a su juicio son fundamentales en la cinematografía moderna y en los que encuentra pruebas, citas, guiños, referencias, que demuestran la reciprocidad de influencias entre el medio cinematográfico y el medio historietístico.



Los elegidos son Spelberg, Scorsese, Fincher, Shyamailan y Besson. No se trata de debatir sobre la pertinencia de la obra cinematográfica de los mencionados directores, sino, como he dicho, de mostrar todas las referencias y puntos de unión que existen, tanto en las películas en sí, como en
su preproducción y producción. La conclusión es que todos estos autores de cine han crecido leyendo tebeos, conocen sus claves y las trasladan de muchas formas a su medio profesional.

Personalmente, eché en falta una referencia que en su momento, me pareció la traslación más lograda de técnicas narrativas de la historieta al mundo del cine, me refiero a la escena final de Los Inmortales, del errático Rusell Mulcahy, en la que siempre aprecié la inspiración directa en las luchas de espadas que Miller inmotalizara en Daredevil, y luego en Ronin. Y también la curiosa semejanza del Starlord de Byrne con Stars Wars de Lucas.

La segunda ponencia, a cargo de David Muñoz, guionista de historieta, de tv y de cine, se titulaba Fantasmas de una guerra, en clara referencia a la película sobre la que iba a versar la charla: El espinazo del diablo, de Guillermo del Toro.

Relató David Muñoz los azares y destinos de un proyecto de guión que puso en marcha junto a Antonio Trashorras y que finalmente devino en la película que ya hemos mencionado. Lo interesante del asunto fue la constatación de que el proyecto de creación de un filme en particular, y de cualquier cosa en general, está sometido a un sinfín de vicisitudes impredecibles, golpes de suerte, improvisaciones, influencias conscientes o inconscientes, que hacen de todo proceso creativo una aventura de final incierto. Al menos, en cuanto a la creación gestáltica se refiere, porque si apelamos a las prácticas contemporáneas de ciertos artistas, lo gestual, lo azaroso, la improvisación, reducen su porcentaje en un grado amplísimo, por no decir total. Ahí están las Brillo Box de Warhol para demostrarlo.

En general, la mañana se presento amena y llena de anécdotas divertidísimas, sin que faltaran debates y algunas conclusiones realmente estimulantes, como:

1- Que la historieta en España, "no existe"; algo así como Teruel. Se habla de ella de vez en cuando, pero sigue siendo mirada como una hermana discapacitada de otros medios, e hija de una madre dudosa, que es la cultura.

2- Que Carlos Giménez es, probablemente, la mejor cerveza del mundo, esto es, que es el historietista más grande que existe en España, y que no se murió de asco como Max Estrella en Luces de Bohemia porque a veces la suerte sonríe a los que la necesitan y la merecen, como le pasó a España en la última Eurocopa de fútbol.

3- Que personas como Giménez deberían ocupar cargos de importancia en los órganos encargados de rescatar, cuidar, promover, difundir, etc. la historieta de y en nuestro país.

4- Y que las obras de esas personas deberían ser de lectura obligada en los colegios e institutos, como sucede con alguna que otra obra en Japón, o en Oxford, donde hay una asignatura que estudia la obra de Alan Moore. Y ésto no sólo por la calidad en cuanto a aportación a un lenguaje de la propia obra, sino por su poder educacional y didáctico. Paracuellos y Barrio, de Carlos Giménez, muestran y enseñan mucho mejor la realidad de la posguerra civil española de lo que lo hacen los libros de texto.

5- Que es más deseable que el reconocimiento de un autor y su obra venga a partir del conocimiento directo de su obra, y no de que la "adapten" al cine o a la tv. Porque una obra maestra en sí misma no es algo trasladable, al menos fácilmente, y en todo caso, si se logra con éxito, el resultado es otra cosa, que estará muy bien, pero nunca será el producto original.

6- Y que los árbitros de fútbol se hacen árbitros de fútbol porque aman ese deporten pero lo juegan fatal.


Poca vista tuvo el que desarrolló el Windows Vista.


CONTINUARÁ...



JORNADA SEGUNDA. VIERNES, 25 D
E JULIO DE 2008.





Como de costumbre, llegué tarde. Los participantes del seminario estaban en la Galería Municipal de Arte Ortega Bru, realizando una visita guiada a la exposición de páginas e ilustraciones de Joan Mundet.



El autor catalán, iba desgranando delante de las páginas la historia de la creación de cada una de ellas, su realización desde el planteamiento hasta la resolución técnica. Dada la naturaleza de la historia (Alatriste), la labor de documentación era casi más trabajosa que la ejecución de los dibujos en sí. Reveló el uso de maquetas construidas por él mismo, de una manera básica, a fin de controlar mejor los encuadres y las perspectivas en los cambios de plano, la iluminación de los personajes y escenarios, de manera que su trabajo se encadenaba a un rigor realista en ese aspecto bastante notable.




Especialmente destacables son sus ilustraciones, en las que despliega todo su talento con un estilo que recuerda el acabado de los grabados antiguos con el uso de los rayados (yo pensé en H. Pisan, el estampador de los grabados de Doré para el Quijote). Concretamente, uno de los trabajos más impactantes había sido realizado con una técnica similar a la llamada manera negra en grabado, aunque en este caso, había partido de un material plástico duro en el que había ido rascando hasta sacar los blancos.






La segunda sesión de la mañana es la ponencia de Miquelantxo Prado, historietista, pintor y director de películas de animación. Como se ha ido viendo, el cine está atravesando como una espada este seminario, una suerte de columna vertebral que no sólo pone en evidencia las relaciones de un medio con otro, sino la interdisciplinariedad, la dilución de fronteras estetico culturales de un mundo que no puedo definir de otra forma que con el concepto de Vicente Luís Mora, Pangeico.



Prado es un autor cuya obra lo ha consagrado como uno de los más importantes autores nacionales e internacionales. Todo un lujo en San Roque, que hay que agradecer en justicia a la preocupación y al amor por la historieta de otro Monstruo (con mayúsculas) de la historieta mundial como es nuestro paisano y amigo Carlos Pacheco.

Miquelantxo disertó sobre la realización de su película de animación De profundis, un proyecto en el que se metió por azar al descubrir a horas intespestivas una obra de Hiyao Miyazaki (Mi vecino Totoro, La princisa Mononoke, El viaje de Chihiro, El castillo ambulante) en la tv. Desde ese momento se le metió en la cabeza que él tenía que hacer algo así, naturalmente, adaptado a su estilo y esencia tan singular, y ahí comenzó todo.



Cuatro años estuvo involucrado en un proyecto que a pesar de ser una película de animación, yo personalmente, tanto por la técnica personalísima que "inventó" para su ejecución (óleos y dibujos con posterior tratamiento digital, absoluta ausencia de diálogos y adecuación simbiótica con la música), concibo también (el mestizaje es el signo de los tiempos) , como un producto que bebe algo del video-arte.

Esta noche, a las 22:30, tendré la ocasión de ver la película, y de antemano, tengo la sensación de que voy a asistir a un espectáculo en el que la imagen y la música actuarán de forma parecida a como lo hacían en las ceremonias de los aborígenes australianos (puede consultarse la colección de dvd existente en la biblioteca sobre estas cuestiones), con la adición de un factor narrativo consustancial al cine y al cómic.

Finalmente, en el debate posterior, comenzaron a introducirse, en la más pura esencia pangeica, todo un cúmulo de referencias que rebasaban las hasta hace algún tiempo fronteras vigentes entre los géneros artísticos, y que cada día son más borrosas e incluso inexistentes. Desfilaron en las argumentaciones autores de historieta, de cine, artistas como Warhol, Kandinsky y otros, asomó el expresionismo abstracto, y el debate tomaba la dirección de una riquísima conversación colectiva en torno al arte en general en el mundo contemporáneo, del posicionamiento del artista y sus deberes y responsabilidades: expresar y comunicar. Ello daba pié a toda una serie de argumentaciones a favor y en contra, lo que es básicamente, la chispa de un buen debate.

Lo más notable y significativo, creo, es que nos faltó tiempo para seguir, y que estos encuentros en este seminario quedan como bocetos que piden una continuación. Me parece un estupendo signo.


(CONTINUARÁ...)

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